¿Es perjudicial beber agua durante las comidas?
Seguro que te has preguntado alguna vez la razón de porqué si el agua es tan beneficiosa algunos nutricionistas recomiendan beberla con moderación durante las comidas e incluso no beberla. Hay algunos, por ejemplo, que recomiendan tomar un vaso de agua antes de empezar a tomar cualquier alimento y no volver a beber hasta el final.
La razón de estos consejos no es gratuita, sino que se debe a que una de las funciones del agua es diluir el ácido hidroclórico en tu estómago. Si se toma una gran cantidad de agua mientras se come se corre el riesgo de diluir en exceso el ácido del estómago y con ello dificultar la digestión. De ahí la recomendación de beberla con moderación mientras ingieres los alimentos.
Beberla con moderación significa básicamente tomarla en pocas cantidades y en pequeños sorbitos. Si se hace así, el beber agua mientras se come no será nunca perjudicial ya que nos aportará otras ventajas. Beber agua antes de la comida, o a pequeños sorbos durante la misma contribuye a llenar el estómago con más facilidad y a dar una sensación de saciedad. Esto evita, por ejemplo, que tomemos más alimentos de los que deberíamos y facilita que mantengamos una dieta equilibrada.
Por otra parte, tomar el agua en pequeños sorbos mientras comemos facilita nuestra labor de masticado de los alimentos y ayuda a que estos se traguen en trozos más pequeños lo que, por un lado, facilita que aprovechemos todos sus nutrientes y, por otro, ayuda a digerirlos mejor.
¿Es perjudicial beber agua durante las comidas? La respuesta a esta pregunta es que en grandes cantidades puede serlo, pero no si se toma el líquido con mesura.
¿Podemos dejar de beber durante la comida?
Cómo decíamos antes, muchos expertos en nutrición recomiendan concentrar las tomas de agua a lo largo de todo el día y beber antes o después de las comidas, pero no en el momento de ingerir los alimentos.
Una de las razones es porqué el agua está presente de forma natural o artificial en la mayoría de alimentos que tomamos cada día. Añadirle más, no siempre es necesario.
Es bastante obvia su presencia en sopas, en salsas o en otros alimentos líquidos, pero también la podemos encontrar en todos los vegetales y verduras, en las carnes y pescados e, incluso, en las pastas o legumbres. En estos últimos casos el agua ha sido incorporada durante el proceso de cocinado de los alimentos.
En almuerzos y cenas – ya no digamos en desayunos donde se tome leche o zumos- se puede dejar de beber agua sin problemas y sin riesgo de afectar con ello el equilibrio de nuestro cuerpo ya que el líquido que necesitamos ya se ingiere a través de los diversos alimentos.
Por todo ello no es mal consejo no beber agua durante las comidas. Y si lo haces, en pequeñas cantidades.